La próstata es una de esas partes del cuerpo conocidas, pero a la vez no mucho. Sabemos que puede dar problemas con la edad, que se accede a través del ano y que hay que mirar, pero sabemos poco de cómo es, las funciones que tiene y de cómo podemos utilizarla para nuestro placer. Porque, aunque es uno de los centros del placer masculino más potentes, le sacamos poco provecho en general o lo hacemos sin ningún tipo de cuidado.
La próstata forma parte del sistema genital masculino. Es una glándula que está justo debajo de la vejiga y rodea a la uretra, teniendo un papel importante en la producción de semen.
El semen no son solo espermatozoides, sino que los espermatozoides se forman en los testículos, viajan a las vesículas seminales y luego a la próstata, desde donde a través de la eyaculación saldrán del cuerpo. En este proceso, los espermatozoides se juntan con el líquido seminal (entre un 40 y un 80% del total del semen y rico en flavinas, lo que le da color blanquecino) y con el líquido prostático (el segundo más abundante en el semen, entre un 13 y un 33%).
Por tanto, la próstata tiene aquí un papel muy importante dentro del sistema reproductivo, ya que cada uno de los componentes del semen tiene importancia para los espermatozoides, ya sea como vehículo, nutrición o maduración.
Si hablamos del placer, ya hemos hablado de la próstata en otras ocasiones, pero refresquémoslo por si acaso. La próstata sería el, mal llamado, “punto G masculino que se encuentra en el ano”, que ni es punto G ni está en el ano. Es el punto P (P de próstata, no se comieron el coco) y se accede a través del ano, igual que cuando en el médico hacen un tacto rectal.
Estimular la próstata puede ser muy placentero para aquellos que la tienen, pudiendo llegar a conseguir orgasmos muy intensos, de ahí que se le haya puesto “nombre” a ese punto. Puedes descubrir más sobre otros puntos haciendo click aquí.
Como con todo cuando hablamos de sexualidad, cada uno tiene que encontrar el punto y la estimulación que le guste, pero lo que sí está claro es que si quieres experimentar y jugar va a tener que ser a través del ano y las paredes del recto. Para ello, te proporcionamos los siguientes consejos:
- Utiliza un lubricante adecuado para lo que quieras hacer. Por ejemplo, el de base silicona que dura más, pero si vas a utilizar juguetes o preservativos tendrá que ser de base acuosa (ahora los hay acuosos que imitan silicona, aquí tienes nuestro artículo de lubricantes 😉).
- Si vas a utilizar algún juguete, recuerda que debe tener tope al final ¡para que no se quede dentro! A diferencia de la vagina con el cuello del útero, el ano no tiene fondo, por lo que, si algo se introduce del todo, no seremos capaces a sacarlo y puede traer problemas, así que los juguetes anales siempre con tope.
Esperamos que ahora entiendas mejor cómo funciona la próstata, por qué es tan estimulante y cómo tener prácticas seguras sacando todo su potencial. ¡A disfrutar!
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