Lo que nos dicen los motores de búsqueda, es que una cosa que cada vez se busca más relacionada con la erótica es todo lo relacionado con el ano, desde juguetes, posturas, prácticas y maneras de estimular. El sexo anal tiene cada vez menos estigma social, así que vamos a hablar de ello y de todas las cosas que producen confusión en ese aspecto.
El ano está en el culo. «El culo«, en palabras de Joserra Landa, «es la parte del cuerpo que más seguidores tiene, ya que es hermoso para todas las colectividades» tanto chicos como chicas, de todas las orientaciones. Parece mentira que si hablamos del culo, no hay ningún problema porque somos capaces de verlo como bello, pero cuando más entramos en ese culo y llegamos al ano, ya se percibe como algo con más estigma.
El sexo anal es placentero en sí, como cualquier práctica erótica. Para unos más, para otros menos, igual que la penetración, las felaciones o cualquier otra. Esto se debe a que en la zona del ano hay muchas terminaciones nerviosas que hacen que la estimulación, del tipo que sea, sea muy agradable.
Algo que produce bastante lío al hablar de sexo anal, es asociar el sexo anal o las prácticas relacionadas con el ano (si las desea un hombre, sobre todo) con la homosexualidad. Como si, por disfrutar con el sexo anal, te fueses a “convertir” en gay. Esto, que suena tan a siglo pasado, es algo que todavía se oye a día de hoy por desgracia.
Una práctica (erótica, hedónica, placentera) es simplemente eso, una práctica. Lo de la orientación va por otros derroteros. A veces nos hacemos un cacao con estas cosas y es importante dejar claro que no hay prácticas exclusivas de un sexo u otro, ni de una orientación u otra.
Otra de las preguntas más clásicas… ¿el punto G masculino, está en el ano? Pues sí y no. Sí, porque existe un punto en el ano que es placentero, pero no porque no es el Punto G.
El punto G (de Grafenberg) solo está en la vulva, así que no puede estar en el ano, y no es más que el clítoris que roza con la parte interna de la vagina. Lo que hay en el ano es el Punto P y no es otra cosa que la próstata que se puede estimular desde el ano al igual que el clitoris desde la vagina, creando una zona (o punto) más placentera.
Como recomendación final, la hora de iniciarnos en la zona anal, tenemos que tener en cuenta que hay que tener paciencia y empezar poco a poco, con lubricante (ya que el ano no tiene lubricación como la vagina) y dilatando poco a poco, tanto en grosor como en lo que se introduzca. También teniendo en cuenta que al introducir algo por el ano estamos dando con el tubo digestivo, en el que no hay fondo, por lo que es mejor utilizar productos con algún tipo de tope.
En Pimentón Dulce tenemos muchas opciones de juguetería y complementos para utilizar en la zona anal, desde lubricantes hasta dildos o incluso arneses. Explora, échale imaginación y disfruta del placer.
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