Por si no sabíais que había un día internacional para salir del armario, desde Pimentón Dulce venimos a contaros que así es y ese día es hoy, 11 de octubre. Qué mejor que octubre, mes de Halloween, para hablar de una expresión que tiene que ver precisamente con esqueletos y muertos. Más spooky season imposible.
El concepto “salir del armario” se utiliza de manera coloquial para hablar de contar a alguien que se es homosexual, aunque en los últimos años se ha ido ampliando y se utiliza refiriéndonos a cualquier realidad dentro de la comunidad LGTB+, no solamente al hablar de orientación del deseo. Pero ¿sabes de donde viene este concepto?
“Salir del armario” es una traducción literal del inglés, “to come out of the closet”, expresión que se popularizo, aproximadamente, en 1960 (recordemos que las revueltas del Stonewall Inn ocurren en 1969), según nos cuenta George Chauncey en su libro “Gay New York”, en el que habla de la historia LGTB de la ciudad desde finales del siglo XIX hasta mediados del XX.
Pero ¿de dónde viene “to come out of the closet”?
Parece ser que es una variación de la expresión “to have an skeleton in the closet/cupboard” cuyo significado literal es “tener un esqueleto en el armario”. Es un coloquialismo que se utiliza para hablar de una circunstancia de la vida o el pasado que una persona quiere ocultar, un “trapo sucio” que si saliese a la luz dañaría su reputación o la percepción social que tendríamos sobre esa persona. Esa persona tendría un “skeleton in the closet”. Vamos, como si hubieses matado a alguien.
Volviendo al contexto en el que esta frase se populariza, está claro que en los años 60 la sexualidad se consideraba algo que podía dañar tu reputación, era ese muerto que había que tener bien guardadito en el armario. Es decir, se utilizaba “salir del armario” para hablar de alguien que decidía dejar de esconder ese “muerto” (su sexualidad) y contárselo al mundo sin esconderse, a pesar de que esto pudiera dañar su reputación.
Por tanto, de alguna manera al usar la expresión no dejamos de estar utilizando un termino que encorseta la sexualidad como si fuese algo tan malo como para merecerse ser escondido u ocultado, incluso cuando lo hacemos con la mejor de las intenciones.
Desde 1988 se celebra el 11 de octubre el día “para salir del armario” (o, en términos originales, el “coming out day”), cada año con una temática diferente y reivindicativa. Esperemos que dentro de poco ya podamos dejar de hablar de esconder las sexualidades en armarios como si fuesen esqueletos y podamos dejar de conmemorar días como este o se haga con otra perspectiva porque ya no haga falta.
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