Una de las grandes preocupaciones de muchos hombres es el tamaño de su pene. Y una de las grandes preguntas recogidas por Google como buscador es, precisamente, alargamientos para el pene. Pero ¿qué opciones hay? ¿son realistas? ¿funcionan? Y, lo más importante, ¿es necesario alargar el pene? ¿por qué hay gente que quiere hacerlo? Bien, vamos a intentar responder a todas estas preguntas en este post.
Lo primero que hay que tener en cuenta es que no existe un tamaño de pene “normal”. Ni un tamaño mejor que otro.
El pene, igual que cualquier otra parte del cuerpo, es susceptible de cambios y de diferencias entre las personas. No hay dos penes iguales, igual que no hay dos vulvas iguales, dos culos iguales, dos barrigas iguales, dos tetas iguales o dos caras iguales. Las personas somos diversas en cuanto a forma, personalidad y experiencias vitales, por lo que, que haya penes diferentes, también es un hecho de diversidad como cualquier otro.
Partiendo de esa base, si no hay un tamaño mejor que otro…
¿Por qué esa obsesión con el tamaño del pene?
Pues bien, de manera colectiva se asocia un pene grande con mayor masculinidad y con un mejor desempeño sexual. Esto, además de representar estereotipos, son mentiras como una casa de grande. No, un pene grande no te va a hacer más hombre ni más macho. Mucho menos es mejor tener un pene grande para tener mejores experiencias en la cama.
Creer que el pene es el centro de todo el encuentro erótico, de hecho, es lo que lleva a tener encuentros que no sean satisfactorios y no el tamaño. Vamos, que si estás todo el rato pensando “mi pene mi pene mi pene mi pene” como si tu pene y lo que hacer con él fuese lo único importante de la relación, el problema es ese, no el tamaño de tu pene tu pene tu pene.
En los encuentros eróticos intervienen muchas otras cosas a parte del pene. De hecho, en muchas ocasiones ni siquiera interviene un pene, por lo que la existencia o no de pene, o el tamaño del pene, no tiene que ver con la satisfacción sexual.
Esta idea de que el pene grande es mejor y bueno, lleva a muchos hombres a tener un complejo con esta parte de su cuerpo y a muchas empresas a aprovecharse de esto. Cuantas veces habremos visto anuncios que dicen ayudar a que el pene crezca. Que si un producto natural que te añade dos centímetros, que si un aparato, cirugías… ¿todo esto funciona? Y lo más importante, ¿merece la pena probarlos siquiera?
Pues ya te adelanto yo que, por mucho que te vendan en la teletienda, aliexpress o incluso en webs especializadas en productos de juguetería… No, el pene no va a crecer. Igual que tampoco te van a crecer las tetas por muchas almendras que te comas (a no ser que engordes, pero ahí no te crecen solo las tetas). Las hierbas, pastillas, ejercicios, instrumentos varios u otros elementos, no van a hacer que el pene crezca. Es, lo que diría mi abuela, un sacacuartos.
La única manera para conseguir que el pene crezca, tanto en largo como en grosor, sería mediante una cirugía. Pero con una cirugía no vamos a conseguir que un micropene pase a medir 30 centímetros, solo se consigue aumentar unos 2-4 centímetros.
La cosa es… ¿merece la pena?
¿Por qué querer hacer una intervención en una zona tan delicada como son los genitales, por una cuestión puramente estética sin que haya ninguna patología? Yo creo que esta pregunta es la que deberíamos hacernos: ¿por qué quiero alargar el pene? Porque igual la mejor respuesta no está en una cirugía o en unas pastillas, sino en pasar por un proceso de aceptación, educación sexual o terapia sexológica para aprender a disfrutar con lo que tenemos y darle la importancia que tiene.
Vamos, que dejemos de tirar el dinero y que aceptemos que todos somos diferentes en todos los ámbitos, como con cualquier otro complejo. Que es fácil decirlo y difícil hacerlo, soy plenamente consciente. Pero solo ese trabajo propio hará que disfrutemos de nuestra sexualidad y nuestras experiencias.
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