Cuando hablamos de orgasmos, la gente suele hacerse un poco de lío. Hay tanta información y desinformación por ahí, que al final es un cacao enorme y es difícil distinguir la información que merece la pena de la que no.
¿Qué es un orgasmo?
Un orgasmo, hablando en términos de respuesta sexual, sería el punto álgido de la meseta después de un periodo de estimulación, lo que a veces se llama “clímax”. Sería ese momento de excitación, estimulación y placer máximo, que involucra muchos mecanismos a nivel físico, mental y erótico.
El orgasmo, ahora mismo, se ha convertido en un componente central y fundamental de los encuentros eróticos de las personas. Existe una búsqueda del mismo y malestar cuando no aparece.
¿Existen los tipos de orgasmo?
Sí… y no.
Normalmente oímos hablar de dos tipos de orgasmo: el clitoriano (también llamado clitoridiano o clitorial) y el vaginal. Esta clasificación hace referencia a si el orgasmo se consigue estimulando el clítoris o si se consigue a través de penetración vaginal.
Esta clasificación es errónea, desfasada y anatómicamente incorrecta.
Sí, aunque sea la más conocida y cada vez se vayan añadiendo más tipos a esa clasificación (he llegado a leer sobre el orgasmo pezonal, cerebral, cervical, mixto…), eso no significa que esté fundamentada. De hecho, solo el 25% de las personas con vulva tiene orgasmos a través de penetración, el mismo porcentaje que tienen desarrollado el Punto G.
Los orgasmos son orgasmos e, independiente de dónde, cómo y con qué tipo de estimulación se produzca, siempre van al mismo sitio: al cerebro. De hecho, podríamos decir que el orgasmo es uno, grande y cerebral.
Vamos, que nos da igual si el orgasmo es clitoriano, vaginal, uterino, pezónico, visual o como sea, eso son solo diferentes maneras de llegar hasta él. A partir de ahí, la procedencia no importa ya que toda estimulación va a llegar al cerebro mediante los nervios de los sentidos. Es ahí donde se produce el disparo orgásmico que da lugar al tan deseado orgasmo.
De momento solo he justificado el “no”. Ahora vamos a justificar el “sí”.
Sí existen diferentes tipos de orgasmos según en cómo sea el orgasmo. No en cuanto a cómo se produzca, ni con qué estimulación, ni nada, sino que hablando de respuesta orgásmica y resolución sí que habría varios tipos.
Esto explicaría por qué a veces, después de tener un orgasmo, estamos como si nos hubiese pasado por encima un camión y sólo queremos dormir, y otras parece que ese orgasmo es interminable y la sensación desaparece poco a poco (pudiendo haber incluso varios orgasmos seguidos). Pero esto es una conversación muy larga que daría para otro post (que me comprometo a escribir).
Los orgasmos son placer, son conexión, son experiencias… Pero, sobre todo, están hechos para que disfrutemos. Así que, dejémonos de tanta clasificación y ¡centrémonos en disfrutar!
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