Aunque en Pimentón Dulce hemos hablado del clítoris en varias ocasiones, no habíamos dedicado un espacio concreto a hablar de él como se merece.
Empecemos por el principio, la palabra clítoris viene del griego kleitoris, que significa “pequeña montaña”, haciendo referencia a su posición dentro de la vulva. Durante mucho tiempo no se le dio importancia y se creyó (mucha gente aun lo cree) que el clítoris es solamente el “bulto” o la pequeña montaña de 1,5 cm (más menos) que se ve a simple vista y al que tenemos acceso desde la vulva, realmente es una estructura de unos 10-12cm que tiene ramificaciones por la parte interna.
En cuanto a su estructura y anatomía, el clítoris tiene el doble (aunque últimas investigaciones dicen que puede ser hasta el triple) de terminaciones nerviosas que el glande del pene, haciéndolo la zona más sensible del cuerpo. Si miramos su origen, viene del mismo cúmulo de células que daría lugar al pene, sobre esto tienes mucha más información en el post que dedicamos a hablar de sus similitudes como la erección, el origen…
Si hablamos de función… la única función del clítoris es el placer y el disfrute. Sí, como lo lees, no tiene otro propósito. Se le han buscado muchas funcionalidades, casi todas relacionadas con la reproducción, pero no se ha encontrado ninguna función directa. Incluso Freud se hizo un poco «la picha un lío» buscandole importancia diciendo que las mujeres que llegaban a orgasmo mediante estimulación de clítoris tenían menos madurez que las que llegaban por la penetración… ¿Coitocentrismo, dónde? Por suerte, hoy sabemos que la experiencia del orgasmo es la misma independientemente de cómo lleguemos a él porque se origina en el cerebro – si quieres saber más sobre el tema, tienes información aquí-.
Lo que sí tenemos que ver al hablar del clítoris es que, si bien es muy sensible e íntimamente relacionado con el placer, no a todo el mundo le gusta lo mismo ni le gusta igual. Esto es básico, hablemos del clítoris o de cualquier parte del cuerpo, pero con el clítoris hay que insistir más. Hay quien lo llama “el centro del placer femenino”, pero lo cierto es que el placer femenino está de todo menos centralizado, disfrutamos de muchas cosas y con mucha intensidad, no solo de la estimulación del clítoris aunque esté prediseñado para ello.
Disfruta, conócete y mira a ver qué es lo que más te gusta, sea en tu clítoris o en cualquier parte.
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