En vista del éxito que hubo con el otro post de palabros para manteneros actualizados y como cada vez salen más, os traemos un capítulo nuevo con palabras nuevas, actuales, que seguro que has escuchado mucho por ahí pero que igual no sabes del todo qué significan. Y, como siempre, con un enfoque crítico y sexológico, porque no todo lo que se oye socialmente en realidad tiene base científica.
¡A por ellas!
Intersexual
Cuando hablamos de intersexualidad, desde el punto de vista social, se habla de las personas que tienen genitales intersexuados o ambiguos. Es decir, vulvas, ovarios, úteros, testículos, penes… en distintos estadios del desarrollo y que han dado lugar a confusión ante las personas que los veían.
Pero en realidad, “intersexual” o “intersexualidad” no se debería usar solo para hablar de los genitales porque, atento: todas las personas somos intersexuales, tengamos los genitales como los tengamos.
El término en sí, viene de finales del siglo XIX-principios del siglo XX y fue acuñado por uno de los padres de la sexología más prolíferos e importantes: Magnus Hirschfeld dentro de su importantísima Teoría de los estados intersexuales o de los estados sexuales intermedios. En esta teoría decía que todas las personas teníamos características masculinas y femeninas.
Por tanto, todas las personas somos intersexuales (o intersexuadas) porque todas tenemos características masculinas y femeninas, en mayor o menor medida, ya sea la altura, algunos rasgos de nuestra personalidad, los cromosomas o los genitales.
Binario
En la línea de lo anterior, ahora también se habla mucho de quienes son personas no-binarias. Se refiere a aquellas personas cuya identidad sexual no sería ni de mujer ni de hombre.
Sin negar, igual que nos ocurría con la palabra asexualidad, la realidad de que existen personas que no se identifican con los estereotipos asignados a los hombres y a las mujeres, en realidad nadie es “binario”. Las ideas de hombre y de mujer no son binarias porque todas las personas tenemos características sexuales femeninas y cacterísticas sexuales masculinas, porque todos somos intersexuales. Por ello, utilizar esta palabra, está un poco cogida con pinzas.
Esas características no significan “de hombre/mujer” o “que te hace más hombre/mujer” ni nada parecido. Sino que, en sociedad, se dan mayoritariamente en hombres (las masculinas) o en mujeres (las femeninas). Por tanto, todos tenemos características de unas y de otras. Punto.
Cis-sexual o Cis-genero
Para seguir con los temas identitarios, traemos también la partícula “cis”, ya sea para hablar de cisgenero o de cissexual (aquí no se hace la misma que veíamos con transexual y transgenero).
Una persona “cis” es aquella que no es “trans”. Es decir, aquella persona cuyos genitales asignados al nacer coinciden con la idea que las personas que los vieron tenían sobre su identidad. Por ejemplo, una mujer con vulva y que ha sido criada como mujer toda su vida porque al ver su vulva asumieron (y, en este caso, acertaron) que era mujer, es una mujer cis.
¿Te gustan estos posts sobre palabros? ¿Se te ocurre alguno más que quieras que te aclaremos?
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