El semen es curioso y desconocido, a pesar de que todo el mundo sabe lo que es. ¿De qué está hecho el semen? ¿Solo espermatozoides? ¿Es verdad que es bueno para el cutis?
Bien, empecemos por el principio…
¿Qué hay en el semen?
Todo el mundo, cuando hablamos de semen, en lo que piensa es solamente en el esperma, pero realmente tiene muchos componentes y de lo que menos tiene, paradójicamente, es espermatozoides, solo un 1-2%.
El semen comienza a formarse con los espermatozoides, que se crean en los testículos, sí. Pero los espermatozoides viajan desde los testículos hasta la vesícula seminal, donde se juntan con el líquido seminal. Este líquido, que se forma ahí mismo como su propio nombre indica, constituye el 60% de la formación del semen, y el 30% restante viene de la próstata, el siguiente sitio del recorrido.
Estos líquidos, tanto el de la próstata como el de la vesícula seminal, formarán lo que se llama el «plasma seminal» que mantendrá los espermatozoides permitiéndoles nutrirse, favorecer su movilidad, maduración… por eso es tan importante no solo la célula en sí, sino también el medio en el que la encontramos.
Ciclo vital de un espermatozoide
Sobre el semen también tenemos que tener en cuenta que, a diferencia de los óvulos, no se forma 1 cada mes sino más, muchos más. Tantos que en cada eyaculación hará espermatozoides en diferentes estadios de maduración.
Los espermatozoides se forman y acto seguido pasan a las vesículas seminales, donde se nutrirán y madurarán. Por ello, podemos encontrar espermatozoides listos para fecundar, pero también otros que no tendrán esa capacidad por ser demasiado viejos o demasiado jóvenes.
¿Mejora la piel? ¿Es nutritivo?
Estos son algunos de los mitos que escuchamos constantemente sobre el semen. Por un lado lo de que mejora la piel. Cleopatra se hacía mascarillas de semen, de hecho estaba convencida de sus bondades para el cutis y para todo, pero han pasado 2000 años desde la época de Cleopatra y tenemos que actualizarnos un poquito.
La creencia de que mejora la piel está en que la espermidina, que regula el envejecimiento en los mamiferos, se sintetizó por primera vez a través del semen humano y una de las esteticistas de Gwyneth Paltrow aprovechó para habla de sus bondades. La realidad es que la espermidina la encontramos también en frutas, carne, queso y verduras, y también puede sintetizarse en laboratorio, por lo que es puritito marketing.
En cuanto a si es nutritivo, pues tampoco. Es cierto que tiene muchas vitaminas pero teniendo en cuenta la concentración de estas vitaminas en una eyaculación (unos mililitros) casi nos vale más comprar complementos vitamínimos, igual que nos vale más la pena comprarnos cremas configuradas con espermidina en lugar de hacer cremas con semen.
Alergia al semen
Se sabe, por estudios recientes, que entre un 4 y un 12% de la población mundial es alérgica al semen. Solo que esta alergia no es tan fácil de detectar porque suelen achacarse sus síntomas a otras cosas (enfermedades, infecciones, alergia a otras sustancias….).
La culpable de esta alergia no son los espermatozoides, sino una proteína llamada PSA que segrega la próstata y que se puede encontrar en plasma seminal, por lo que al entrar en contacto con el semen puede producir una reacción alérgica con picores, erupciones… incluso pudiendo llegar a un shock anafiláctico.
Recursos
Para enseñarles a los más pequeños de donde viene el semen y cómo funciona tenemos varios recursos.
Los que debería ser siempre los primeros son la educación sexual de los centros educativos y conocer como padres la información para poder hablar con ellos abiertamente sobre el tema. Pero hay otros, como por ejemplo el libro de Menstruita llamado “El semen mola”, de una colección donde habla también de otras partes del cuerpo, que puede hacer que se hagan y respondan preguntas, y podeis encontrarlo en la sección de libros de la web.
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