Oímos hablar de amores de verano, hacemos más planes, muchas fantasías tienen lugar en esta época del año. Y, como dice la canción, cuando llega el calor los chicos se enamoran. Pero ¿es eso del todo cierto? ¿Realmente el calor, la brisa y el sol hace que el deseo y la atracción sea más intensa o aumente?
Debemos tener en cuenta que cuando hablamos de deseo erótico hablamos de algo muy complejo. El mundo de los deseos es un mundo complicado que no se podría definir en un par de líneas, y hay muchos factores que le afectan. Entre ellos, la temperatura. Y a ese respecto, hay de todo como en botica. Pero hay muchos otros.
Habrá personas a las que el calor les ayude a tener más encuentros sexuales o fomenten sus ganas. Al fin y al cabo, la subida de temperaturas no es una cosa aislada, sino que viene asociada de una temporada: el verano, donde enseñamos más piel, nos sentimos más guapos, hacemos más planes, hay más horas de luz, segregamos más endorfinas y serotonina, estamos más desinhibidos generalmente… así que no sería extraño que haya personas que tengan un mayor deseo sexual o con mayor predisposición para mantener encuentros sexuales.
Pero, por otro lado, también habrá a quién el calor le corte el rollo. Personas, por ejemplo, a las que el calor les produzca reacciones negativas, que les de apuro enseñar más que en invierno, se encuentren en climas demasiado cálidos para lo que son capaces a tolerar y también por supuesto personas que no puedan disfrutar ese verano como es debido, como por no tener vacaciones en ese periodo.
Vamos que, como con todo, cada persona es un mundo y, aunque haya evidencia de una correlación entre las temperaturas más elevadas y los encuentros sexuales (que no exactamente del deseo, es algo a diferenciar), esto no nos afecta a todos por igual y hay que tener en cuenta las diferencias individuales.
Al final todos somos sujetos sexuados con gustos, deseos y placeres diferentes. Es la maravilla de la diversidad de los sexos. E igual que hay a quien el calor no le afecta, también habrá a quien le afecte negativamente y no quiera ni que su pareja se arrime para que no le dé más calor.
Dicho esto, desde Pimentón Dulce queremos desearos un feliz verano cargado de placeres, gozos y buenos deseos. ¡Bienvenido, verano!
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