Llevamos toda la vida oyendo que los hombres y las mujeres somos muy distintos. Que unos son de marte y otras de venus. De hecho, hace poco en una clase de 5º me dijeron que los hombres tenían “colita” y las mujeres no, como si eso fuese lo único o lo más importante que puede hacer que nos diferenciemos los unos de los otros.
Estas ideas, aunque estén tan extendidas que hasta los niños las repitan y se las crean, resulta que no son tan ciertas como nos las pintan. En primer lugar, porque ni todos los hombres tienen “colita” (y a ver si empezamos a llamar a las cosas por su nombre delante de los niños) ni todas las mujeres tenemos vulva(que no es que no tengamos colita y ya está, no tenemos colita pero tenemos otra cosa).
En segundo lugar, porque sería asumir que lo único que nos diferencia serían los genitales y que estos son los que son muy diferentes cuando, en realidad, no lo son tanto. Es probable que el hígado masculino y el hígado femenino sean más diferentes que la vulva y el pene.
Hagamos un repasillo anatómico…
Cuando hablamos de genitales, hablamos de lo que tenemos entre las piernas. Y cuando hablamos de genitales masculinos o femeninos, será según lo tengan entre las piernas en su mayoría hombres o en su mayoría mujeres. Es decir, los genitales masculinos son los que la mayoría de los hombres tienen entre las piernas (no que te hacen más hombre, ni que son propios de hombres ni cosas así). Con los genitales femeninos, más de lo mismo.
Los genitales masculinos serían el pene y los testículos, que están recogidos por una bolsa de piel llamada escroto. Y los genitales femeninos serían la vulva, donde se encuentra el clítoris, la vagina el útero y los ovarios.
¿No son tan diferentes?
Pues no. Resulta que los genitales, embriológicamente, en el vientre materno, cuando somos un feto de células indiferenciadas, el mismo amasijo de células que va a dar lugar al clítoris será el mismo que daría lugar al pene y viceversa. Es decir, el clítoris y el pene son una cosa muy parecida, con funciones y capacidades parecidas porque vienen del mismo sitio. Por ello, el clítoris tiene capacidad eréctil. Sí, el clítoris entra en erección porque tiene cuerpos cavernosos, igual que el pene.
Igual que ocurre con los ovarios y los testículos, o el escroto y los labios vaginales. Son estructuras similares porque vienen del mismo sitio. Quien va a decidir si finalmente esas células serán uno u otro, serán las hormonas: los estrógenos, hormonas femeninas, y la testosterona, hormonas masculinas.
Así que ni los hombres son de Marte, ni las mujeres de Venus, ni lo que más nos diferencia son nuestros genitales. Y siempre es buen momento para recordar que hay mujeres con pene y hombres con vulva. Pero, se tenga lo que se tenga entre las piernas, no es diferente de lo que tiene, literalmente, cualquiera entre las piernas.
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