Hoy, 1 de mayo de 2022, es el día de la Conciliación Laboral. De la (inexistente) conciliación laboral, más bien. ¿Cómo que no? Si es el día del trabajo y el día de la madre a la vez, de lo que tenemos que hablar es de conciliación laboral. Porque no existe, porque la necesitamos y porque, si no, no podemos hablar de crianzas responsables.
La conciliación en España (y ya ni te cuento en otros países) es como un animal mitológico: se habla mucho de ella, algunos incluso creen que ya se ha conseguido -ilusos-, pero luego resulta que cuando lo pones en práctica… pues nos damos cuenta que no existe. Nos venden gato por liebre, como si cogiesen un caballo y le pusiesen un cono de helado en la frente y nos dijesen que es un unicornio.
Es una frase dicha muchas veces que a las mujeres se nos exige criar como si no tuviésemos trabajo y trabajar como si no tuviésemos hijos. Y eso es IMPOSIBLE. Siempre hay una de las dos facetas que acaba echada por tierra en favor de la otra. Y sí, si te lo estás preguntando, sigue siendo el trabajo femenino el que está por debajo y no el masculino, aunque la (falta de) conciliación nos afecte a ambos sexos por igual.
Pero no nos engañemos, en la mayoría de parejas (heterosexuales monógamas), el peso de la crianza sigue recayendo en la madre. Seguimos oyendo “dónde dejaste a la niña” cuando la madre hace cualquier cosa sin llevar a la criatura a cuestas, pero a los padres no se les pregunta tanto. O se asume que es obligación de la madre estar 24/7 en el parque y atendiéndolos, pero el padre lo hace un día a la semana y ya se considera un padrazo. Solo por poner un par de ejemplos.
La responsabilidad de las criaturas es de todas las personas que decidan implicarse en su crianza y por ello debería haber igual consideración social hacia ambos lados. Y esto se consigue con acuerdos. Pero esos acuerdos se vuelven muy difíciles a la hora de hablar de trabajo. Porque el sistema, los jefes, las empresas y los puestos de trabajo en general siguen poniendo trabajas a la hora de hablar de trabajo y de tener hijos.
Que sí, todos sabemos que no es legal que te pregunten si quieres tener hijos, ni que te discriminen por tenerlos, y deberían de cumplirse las condiciones de los convenios para reducir jornadas, por ejemplo. Pero no siempre se cumple, por no hablar de que esas normas son, en su mayoría, ineficaces o insuficientes.
Por no hablar de lo que afecta esta falta de conciliación, de derechos y de implicación al día a día de las parejas, su relación y su sexualidad. Que eso es otro temazo que ya dejamos ver cuando hablamos de paternidades.
Es el día de la madre y el día del trabajo. Pensemos en todo lo que eso significa y en lo irónico que es que coincidan una vez cada 7 años cuando no hemos conseguido todo lo que deberíamos en lo que a derechos laborales y maternidad se refiere.
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