Los libros nos enseñan cosas. Partamos de esa base. Forman parte de nuestro contacto con la realidad y de las ideas que nos creamos en la cabeza.
Vuelve a ser el día del libro, y desde Pimentón Dulce queremos hacer que reflexionéis sobre qué nos enseñan los libros de la sexualidad. No solo los libros eróticos nos enseñan sobre erótica y placeres. Desde los de fantasía hasta los de asesinatos. Porque en cada libro, hay personas relacionándose con otras y estamos transmitiendo ideas con esas relaciones.
Vale, si leemos un libro sobre vampiros, no vamos a creernos que los vampiros existen. Sería como creerse que lo que vemos en el porno ocurre realmente así en la vida real. Pero si esos vampiros tienen relaciones con otros vampiros, del tipo que sean, igual que tiene cualquier hijo de vecino, cómo se muestre esa relación está haciendo educación sexual.
Porque recibimos educación sexual a lo largo de toda nuestra vida, queramos o no. Es uno de los mantras que tenemos más claros desde la sexología: siempre estamos recibiendo educación sexual, desde que nacemos hasta que morimos.
Cuando vemos a personas de nuestro alrededor relacionarse, recibimos educación sexual. Con las canciones y sus letras, recibimos educación sexual. Las películas, las series, las ideas que nos transmite la sociedad, los refranes… y claro, ahí, entran los libros.
Los libros nos enseñan cómo ser buen novio o buena novia, qué espera la sociedad de nosotros, qué cosas resultan placenteras, cómo deberían ser las parejas… pero no solo eso, el hecho en sí de leer puede ser placentero. Si sabemos disfrutar de cosas como la lectura (o la música, los olores, las flores u otras experiencias sensoriales) tendremos mucho ganado a la hora de disfrutar nuestra sexualidad, porque en última instancia las relaciones sexuales están hechas para el placer y la conexión, al igual que ocurre con la lectura.
Leamos, disfrutemos y aprendamos con esos libros. Tengamos eso en cuenta y transmitamos esas historias que queramos transmitir, porque serán aprendizajes, conscientes o no, de quienes reciban esos textos e ideas.
¡Feliz día del libro!
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